se llamaba manojo.
No tenía un ojo
pero sí algunos piojos.
que todas las noches rezaba un denario.
Trabajaba en un seminario
y volaba todo el año.
Yo tenía una comadreja
que de hecho era muy vieja.
Todos los días se comia una abeja,
No podía ver ninguna abeja.
por Rodrigo Nakamura
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